Todo es del Todo.
El Silencio del Ser abriga
la llama interior.
La auténtica espiritualidad es la total entrega y donación de los niveles concretos para su alineamiento
con la Luz Interior,
y eso se logra entre otras cosas,
en la generosidad del compartir
y no alimentando particularidades.
La Humildad es la total Obediencia
y Aceptación de los caminos marcados por el Ser Interno. Mientras no exista esta Entrega y Obediencia total,
y permanezca en la personalidad
la ilusión de actuar por cuenta propia de acuerdo a las preferencias,
la Humildad es sólo una apariencia.
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